Sabemos que la contaminación nos afecta a todos y tomamos medidas para protegernos. Nuestras mascotas no están exentas al daño que ésta provoca en el organismo.
La contaminación del aire causa complicaciones respiratorias en perros y gatos, sufriendo afectaciones en pulmones y mucosas que pueden resultar en pérdida del olfato, un sentido fundamental, ya que es a partir del sentido olfatorio que se comunican entre ellos, reconociendo jerarquías y estados de salud.
Hay razas más propensas a sufrir crisis respiratorias, las llamadas branquiocefálicas: bóxer, bulldog, boston, pug, pekinés. Son las más delicadas y susceptibles a sufrir por la contaminación. El asma en los gatos es una condición que se puede agravar por la contaminación en el aire.
Nuestros fieles amigos también pueden sufrir conjuntivitis y resequedad ocular, y ante cualquier cambio en su comportamiento o apariencia: que se les reseque la nariz, decaimiento del ánimo, fatiga, falta de apetito, etcétera, es importante consultar a su veterinario para mejorar su salud.
En contingencia ambiental también nuestras mascotas deben acatar las medidas de emergencia. Tendrás que evitar que hagan ejercicio, si están acostumbrados a salir para hacer sus necesidades que esos paseos sean muy cortos, no mayores a cinco minutos, no sobra decir que aunque vayan con prisa no olvides recoger sus heces.
Es importante que duerman a resguardo, no en el patio sino en interior con las ventanas cerradas. Que sus platos de comida y agua no estén en contacto con la lluvia o el aire del exterior, ya que las partículas contaminantes se transportan en el agua y el aire principalmente.
Para nosotros ellos son una fiel compañía, son parte de la familia, y nosotros para ellos somos parte de su manada, y por la manada dan su vida, así que nos corresponde cuidar la suya.
Fuente: Greenpeace | Autor: Abril Dávila |