Las organizaciones con una sólida cultura laboral atraen a los candidatos a puestos de trabajo que buscan un puesto permanente y la oportunidad de crecer. La cultura organizacional promueve un ambiente de trabajo estructurado y positivo que ayuda a las organizaciones a alcanzar el éxito. Pero, ¿por qué la cultura organizacional es importante y cómo mejorar la cultura en el lugar de trabajo?
¿Qué es la cultura organizacional?
La cultura organizacional se refiere a la misión, los objetivos, las expectativas y los valores de una organización que guían a sus empleados. Las organizaciones con una cultura organizacional tienden a tener más éxito que las organizaciones menos estructuradas porque cuentan con sistemas que promueven el desempeño, la productividad y el compromiso de los empleados. Tener una cultura organizacional sólida motiva a todos a hacer su mejor trabajo.
8 razones por las que la cultura organizacional es importante
Aquí hay ocho razones por las que la cultura organizacional es importante:
- Mayor compromiso de los empleados
- Disminución de la rotación
- Fuerte identidad de marca
- Productividad elevada
- Poder transformacional
- Mejor desempeño
- Incorporación efectiva
- Entorno de equipo saludable
Mayor compromiso de los empleados
Un ambiente de trabajo que posee una cultura organizacional está impulsado por un propósito y expectativas claras. Esto motiva e inspira a los empleados a participar más en sus deberes laborales y sus interacciones con los demás. También conduce a altos niveles de participación de la fuerza laboral, lo que impulsa la productividad. Tener una fuerte conexión con una organización y su gente crea una atmósfera de positividad que es difícil de ignorar.
Disminución de la rotación
Las personas que se sienten valoradas y respetadas en una organización tienen menos probabilidades de dejarla. Por eso es esencial que las organizaciones fomenten una cultura organizacional ganadora, que respalde sus valores fundamentales y su declaración de la misión. Los empleados felices significan menos rotación, lo que ahorra tiempo y dinero a las organizaciones en el proceso de contratación. Las organizaciones que logran una cultura sólida deben tomar medidas para mantenerla y mejorarla.
Productividad elevada
Cuando los empleados tienen los recursos y las herramientas que necesitan para tener éxito, ayuda a aumentar los niveles de productividad y rendimiento en general. La cultura organizacional impacta la estructura de un lugar de trabajo de manera que reúne a personas con el mismo conjunto de habilidades.
Fuerte identidad de marca
La cultura organizacional de una organización representa su imagen y reputación pública. Las personas hacen suposiciones sobre las organizaciones en función de sus interacciones dentro y fuera de la organización. Si carece de cultura organizacional o tiene una imagen débil, la audiencia pueden dudar en relacionarse con la organización o con cualquiera que esté asociado a esta. Las organizaciones con una fuerte identidad de marca tienden a atraer más candidatos comerciales y laborales con valores similares que apoyan su misión.
Poder transformacional
No todas las organizaciones tienen el poder de transformar a los empleados comunes en defensores totales de la marca, pero aquellos con una cultura organizacional sólida sí lo tienen. Las organizaciones que reconocen los esfuerzos de sus empleados y celebran los éxitos del equipo tienen más probabilidades de notar un cambio en los empleados a medida que experimentan una sensación de logro.
Mejor desempeño
Las organizaciones que promueven la comunidad en el lugar de trabajo tienen más probabilidades de retener a sus mejores empleados. Las personas que son excelentes en su trabajo y conocen el valor de sus habilidades suelen dejar entornos laborales negativos en los que se sienten socavados y despreciados. La cultura organizacional construye una cultura de alto desempeño que fortalece el trabajo de las personas dentro de la organización, lo que resulta en una experiencia positiva para los empleados en general.
Incorporación efectiva
Cada vez más, las organizaciones con una cultura organizacional sólidas confían en prácticas efectivas de incorporación para capacitar a los nuevos empleados. Las prácticas de incorporación que incluyen programas de orientación, capacitación y gestión del desempeño ayudan a los nuevos empleados a acceder a los recursos adecuados y una mejor transición a sus funciones. Esto promueve la permanencia y la lealtad de los empleados, y reduce la cantidad de frustración que experimentan algunos empleados cuando no tienen la información necesaria para hacer bien su trabajo. La incorporación es una excelente manera para que las organizaciones se aseguren de que los nuevos empleados comprendan los valores fundamentales de la organización.
Entorno de equipo saludable
La cultura organizacional ayuda a mejorar los flujos de trabajo y guía el proceso de toma de decisiones. También ayuda a los equipos a superar las barreras de la ambigüedad. Los miembros del equipo que están informados y tienen conocimiento sobre ciertos procesos, a menudo están más motivados para terminar los proyectos. Tener una cultura clara que unifica a los empleados y promueve estructuras de trabajo organizadas ayuda a las personas a trabajar juntas con un propósito.
Cómo mejorar la cultura organizacional
Si estás en una posición de liderazgo en el trabajo, te compartimos algunos pasos a seguir para asegurarte de que tu equipo logre el éxito en el lugar de trabajo:
- Comunicarse bien
- Escucha inquietudes e ideas
- Suministra realimentación
- Se consistente
1. Comunícate bien
Saber comunicarse bien es la mejor forma de mejorar la cultura organizacional. La falta de comunicación es la razón principal por la que las personas se sienten insatisfechas con su trabajo y comienzan a buscar otras oportunidades. Ayuda a tu equipo a tener una mejor experiencia haciendo lo que te corresponde para comunicarte bien con ellos, así pondrás el ejemplo de lo que deben y pueden hacer para que la comunicación fluya de mejor manera.
Por ejemplo, cuando envíes correos electrónicos y contribuyas a reuniones, intenta compartir tus ideas de la manera más clara posible. A veces, es útil brindar a las personas información básica sobre un problema o dar ejemplos específicos. Cuando la gente parezca confundida, busca formas de simplificar tu mensaje. Anima a la gente a hacer preguntas.
2. Escucha las preocupaciones y las ideas
Si estás en una posición de liderazgo, proporciona a tu equipo una plataforma pública (o anónima) que les facilite compartir sus opiniones. Fomenta las reuniones individuales con los miembros del equipo para permitirles la oportunidad de hablar abiertamente, pero en privado, sobre preocupaciones delicadas. Hacerles saber a los empleados que pueden acudir a ti cuando tengan preguntas les ayuda a sentirse valorados.
3. Fomenta la retroalimentación
Si notas que un determinado aspecto de la organización necesita mejorar, tómate el tiempo para proporcionar comentarios sobre el problema y anima a otros a hacer lo mismo. Algunas organizaciones tienen políticas que dictan el proceso de dar retroalimentación, mientras que otras son más relajadas. Al dejar comentarios, mantén tu comunicación profesional y honesta.
4. Sé consistente
Ser coherente en tus esfuerzos de liderazgo ayuda a las personas a experimentar una sensación de estabilidad. Una vez que la estructura organizativa de una organización esté establecida, haz todo lo posible por mantener los procesos y procedimientos. Trata a todos de la misma manera profesional y evita dar un trato preferencial.
Una cultura organizacional saludable mantiene motivados a los miembros de un equipo y los anima a trabajar por un bien común.
Este es un artículo publicado originalmente por el equipo editorial de Indeed | mar 31, 2021 | Puedes consultarlo en el sitio oficial de Indeed | Traducido y editado por Difusión | sep, 2021. | Consulta la versión original
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