La transición a una economía circular, que requiere del esfuerzo común entre los diferentes sectores de la sociedad, es importante para garantizar que haya suficientes alimentos, agua y otros recursos vitales, destacó el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC).
Durante el Seminario Experiencias de Economía Circular en el Sector Empresarial Europeo que realizó en México, el organismo enfatizó la importancia de compartir conocimientos y experiencias estratégicas para así promover la adopción y transición a nuevas formas de producción que conduzcan a una economía circular.
“Se requiere transitar de esquemas productivos lineales, hacia modelos de desarrollo circulares que permitan cadenas productivas y de consumo basadas en la optimización del aprovechamiento”- estableció el área de coordinación general de adaptación al cambio climático del INECC.
En el evento, se destacó que transitar a una economía circular debe ser un esfuerzo de todos, gobiernos, empresas y población; y que su vínculo con el cambio climático es claro, ya que abona tanto a la adaptación (prevención de riesgos) como a la mitigación (reducción gases de efecto invernadero por eficiencia energética y materiales).
Asimismo, los participantes concluyeron que la economía circular ofrece información y herramientas para lograr las metas del Acuerdo de París y los Objetivos de Desarrollo Sostenible, por lo que los enfoques de economía circular y simbiosis industrial pueden apoyar a desarrollar nuevas oportunidades.
Por lo tanto, es fundamental la búsqueda y fomento de sinergias y cooperación entre diferentes industrias.
Mientras la economía lineal funciona bajo la premisa de “extraer-usar-disponer” los recursos, en la economía circular los fabricantes buscan diseñar productos a fin de que se reutilicen tanto como sea posible.
Este enfoque –sin embargo- plantea un cambio de paradigma al transitar de un sentido de propiedad sobre los recursos y productos, a rentar o pagar por el uso.
Este concepto reconoce la importancia de que la economía tenga que trabajar eficazmente a todas las escalas, tanto para las grandes y pequeñas empresas, para las organizaciones y los individuos a nivel mundial y local.
Por lo tanto, la transición a una economía circular representa un cambio sistémico que construye resiliencia a largo plazo, genera oportunidades empresariales y económicas, y proporciona beneficios ambientales y sociales.
Abre oportunidades para un mejor uso de los recursos naturales, negocios rentables y podría ayudar a cerrar brechas en diversas áreas como el desperdicio de alimentos, la producción y gestión de residuos.
Fuente: Notimex | 2019-09-06 | Por Diana Domínguez Galván